En este sentido se plantea como una acción tractora no solo la potenciación de la rehabilitación de la vivienda cueva, su puesta en valor y uso como vivienda habitual y turística, sino que también se hace muy necesaria la formación de trabajadores y emprendedores expertos en la obra en este tipo de hábitat.
Es fundamental contar con una red de expertos en los diferentes oficios vinculados a las cuevas, desvincular la percepción de vivienda de clase humilde e incluso de infravivienda y trabajar por la dignificación de este tipo de hábitat tan singular.