Hoy viernes 21 de febrero de 2025 ha tenido lugar en «La Sinsombrero», un espacio del Edificio V Centenario de la Universidad de Granada, un seminario clave para el futuro del control de plagas en la agricultura. Organizado por Medialab UGR en el marco de la iniciativa Granada Tierra Viva y con el respaldo de los proyectos europeos Soilcrates y ENGAGEGreen, la sesión ha reunido a más de 40 asistentes, tanto en línea como presencial, interesados en enfoques ecológicos y sostenibles para abordar esta problemática.
La jornada ha comenzado a las 11:30 con la intervención de Susana Vílchez Tornero, Profesora Titular y Directora del Instituto de Biotecnología de la UGR, quien ha expuesto las últimas investigaciones y avances tecnológicos en el campo del control biotecnológico de plagas. Durante su presentación, ha destacado la importancia de adoptar estrategias innovadoras que permitan mitigar los efectos de las plagas sin comprometer la biodiversidad ni la salud del suelo. Una de sus aportaciones ha sido que: «el control biológico de los insectos es más específico que los insecticidas químicos, es más respetuoso con el medioambiente, es una realidad comercial y es seguro para los agricultores».
En el seminario se ha hablado de la importancia de reducir el uso de insecticidas químicos en la agricultura debido a su impacto ambiental, la resistencia en plagas y la afectación a organismos beneficiosos. Frente a estos desafíos, la biotecnología y el control biológico emergen como soluciones viables, empleando depredadores, parasitoides y microorganismos específicos para el manejo de plagas. Se ha hablado de que ejemplos como Adalia bipunctata, Aphidus colemani y Bacillus thuringiensis demuestran que estas estrategias son efectivas, comerciales y ambientalmente responsables, favoreciendo una agricultura más sostenible y segura. Ante esto, Susana ha apuntado: «hay descritas 1 millón de especies de insectos y sólo el 0.1% suponen un problema para la agricultura o actúan como vectores de enfermedades».
El seminario ha incluido un turno de preguntas y respuestas que ha derivado en un debate muy participativo, y ha finalizado con un espacio informal de networking, donde los asistentes han podido intercambiar impresiones y generar posibles sinergias de colaboración. Este evento no solo ha proporcionado una plataforma para el debate académico y científico, sino que también ha servido como un punto de encuentro entre investigadores, responsables políticos y técnicos del sector agrícola.

