Este proyecto, que aglutina a 12 investigadores de las universidades de Granada y Barcelona y de otras universidades europeas y americanas tiene por objeto el estudio de los sedimentos antiguos de origen fluvial y deltaico, frecuentes en el Geoparque, para considerar su posible utilización como potenciales reservorios para el almacenamiento de dos gases clave en la transición ecológica, el CO2 y el hidrógeno verde.